sábado, 3 de diciembre de 2011

Escritoras maravillosas


Pieles diferentes, lenguas diversas, voces de colores, un solo encuentro, una experiencia única. El segundo encuentro de escritoras del continente trajo una premisa importante: un deseo profundo de hermanarse, el sueño de que los países se junten como ellas se juntaron en Ibarra, para compartir la vida, los saberes, la palabra.

Vinieron de México, Nicaragua, Cuba, Colombia, Perú y Brasil. De Guayaquil, Cuenca, Latacunga, Riobamba, Morona Santiago, Ibarra, Quito, San Lorenzo y Mira. Mujeres con un verbo fresco y la vez antiguo, que resonó del Imbabura al Cotacachi y del río Tahuando hasta el mar. El encuentro de escritoras del continente selló un nuevo tiempo para América Latina. Mujeres musicales, mujeres que crean y escriben, bailan y tejen, cocinan y dirigen sus comunidades. Mujeres que son maestras y viven la poesía en sus vidas. Todas, comprometidas con el cambio, con propuestas, con luchas.

Las voces y las risas se juntaron frente al plato típico de Imbabura, frente a la laguna de Yahuarcocha, junto a la poesía que se expresó con palabras frescas y renovadas, con el ímpetu telúrico de los ancestros de todas. Las escritoras urbanas se alimentaron con la poesía del campo, las jóvenes con el verso de las mayores, las negras con el fluir de las indígenas, las indígenas con la fuerza de las negras. Todas enriquecidas y fortalecidas para seguir escribiendo y cantando.

El Segundo Coloquio de Mujeres Indígenas, Afrodescendientes y Mestizas, nos muestra el camino, nos lleva a tomar la mano de las hermanas –que así se reconocieron todas- para hacer un mundo nuevo, lejos de la violencia y la discriminación. Un mundo en el que es necesario partir de la intuición y la sensibilidad diferentes para fortalecerse y crecer, para sacar a la luz un movimiento, mostrar la trayectoria y el presente y plantear, desafiar, superar los imposibles. Porque en la voz de las escritoras asistentes a este segundo coloquio, hay una fuerza que propone saltar a otras dimensiones, a otra conciencia, a la magia y la frescura que conocieron los antiguos habitantes de este continente.

2 comentarios:

  1. Jennie Carrasco:
    Una de esas mujeres maravillosas eres tú, mi querida poeta sencilla, amorosa, tierna.
    Un gran saludo.
    Gloria Dávila

    PD.- Infinitas gracias por existir.

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  2. Lindo el blog y bellos los poemas. Gracias Jenny

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