domingo, 11 de diciembre de 2011

Lectura de Confesiones apocalípticas en Caracas


Miedo

Durante toda mi vida 
cargué a mis espaldas 
el miedo de los hombres. 
No era un miedo mío
era el miedo de mi padre 
el de mi marido
el de mi hermano
el de todos mis amantes
el miedo de mis hijos.

Me pesaban esos temores malheridos
guerras
gritos ciegos. 
El fuego que al principio descubrieron 
se volvió devastador. 
Yo, mujer de aguas oscuras
 de aire negro
sólo en la luna me reconocía.

No era un miedo mío
yo dominaba los secretos de las flores 
y los rincones más profundos. 
Sembré y coseché. 
Mi sangre fecunda 
dio a luz la vida y la muerte. 
Día tras día
siglo tras siglo
me parí a mí misma.

Vagando en la nada pregunto 
¿Cómo matar el miedo de los hombres? 
¿Cómo matar mi propio miedo?

(Del libro "Confesiones apocalípticas")

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