viernes, 20 de abril de 2012

"I, me, mine"



Mujeres de ébano y de gloria

Mujeres de ébano y de gloria, de incansable tambor y fuertes vientos. Del mar vinieron sus sueños, sus dioses y sus diosas. En el canto, la danza y el trabajo, tejen su presente y su futuro. Las hijas y los hijos siguen su camino, mujeres de la lucha y del amor. Pero no sólo están en las organizaciones y en la exigencia para la reparación, están en la poesía, son poesía. Escribir para ellas es urgente. Ya mucho tiempo han callado. Doble voz la de ahora, la del reclamo por los derechos y la del arte a través de la poesía. Están ahora en "Alma ancestral", Antología de poesía de mujeres afroecuatorianas. 

Su expresión es muy diferente a la de las indígenas o las mestizas. Y entre las de las distintas regiones también hay diferencias que enriquecen su forma de decir, de escribir. Herederas de la décima y de la copla, del arrullo y el alabado, su verso es de largo aliento y riman al poetizar. Las que tienen trayectoria como poetas, no sólo que escriben sino que exponen su palabra con vehemencia, con una fuerza en la que dejan su sangre, su reclamo para dejar de ser invisibles. Entonces, el verso escrito es menor al verso recitado. La música del poema está en la voz, en el cuerpo, en el movimiento de la oralidad.

Temas de identidad, temas de equidad, de lucha por la tierra y el agua son los que comprometen a la poesía de estas mujeres. Y les hablan a los dioses de sus antepasados, a la diáspora africana y al mar, al color de la piel y al baile. Y es fuerte la fe en el Dios católico y el canto a sus favores.

Reunidas las jóvenes y las adultas, el aprendizaje es mutuo, el alimento. No hay hambre ni sueño para escribir. Intensidad. Avidez de conocer, de crecer como escritoras. Curiosas, las adolescentes exploran sus propias posibilidades. Satisfechas, las grandes comparten tranquilas pues saben que están transmitiendo su sabiduría y su fuerza a las más jóvenes para continuar.
Generosas, todas se entregan al aprendizaje, para vigorizarse y caminar unidas, con la esperanza fortalecida, con la sonrisa más grande. 

Poetas de Esmeraldas



Sonata transparente 

Sentada al filo de la cama
observo el vano líquido
que me fecundó
una noche de pasión y chocolate.
Mis manos desconocen
turgencias y lunares
ciegas
acarician el esperma disecado

A lo lejos se oye el piano de Franz Listz
denso
deletéreo
su agria melodía es pantano
pretende volverme incendio
yo sólo quiero guardar las horas
de amor  breve
de fluido inmundo

Cada pulsación me detiene
el líquido baja por mis piernas
piano y goteo, uno solo
vulgares
acerbos
Listz: buceador sin escafandra
todo es espejo
deseo de morir

La música de ayer es la misma:
piano desafinado turbia sonata