No es posible el cielo
Estoy sola en el
desierto de Thar
los pavos reales
graznan al atardecer
“no es posible el
cielo”
dijo él cuando
llamó
para saber si
todavía estoy viva
Su llamada a media
noche
hizo un vacío en
este cuarto
donde el bramido
de los camellos
ensordece hasta al
más sordo
“¿Tienes
alimentos?” Preguntó
“No vengas”: lo
intuí levantando su palma
para detener el
ímpetu de mi soledad
“no llegues a esta
casa de mujeres con velos
a esta ciudad
amarilla
a este cuerpo
envejecido”
Y se llevó mi sueño
y amanecí entre gallos
Y gorriones
insomnes