miércoles, 21 de octubre de 2020

 


No es posible el cielo

 

Estoy sola en el desierto de Thar

los pavos reales graznan al atardecer

“no es posible el cielo”

dijo él cuando llamó

para saber si todavía estoy viva

Su llamada a media noche

hizo un vacío en este cuarto

donde el bramido de los camellos

ensordece hasta al más sordo

“¿Tienes alimentos?” Preguntó

“No vengas”: lo intuí levantando su palma

para detener el ímpetu de mi soledad

“no llegues a esta casa de mujeres con velos

a esta ciudad amarilla

a este cuerpo envejecido”

 

Y se llevó mi sueño y amanecí entre gallos

Y gorriones insomnes